sábado, 10 de mayo de 2008

La Habana para un Infante difunto

Magia nos ha permitido reproducir aquí su reseña del libro La Habana para un Infante difunto, de Guillermo Cabrera Infante. ¡Gracias, Magia, y bienvenida al club!



La Habana para un Infante difunto

Por Magia


Este es un libro de obligada lectura para quienes quieran entender el carácter sexual de los cubanos. Guillermo Cabrera Infante dibuja perfectamente la vida habanera antes del comunismo y sorprende con lo que parecen confesiones autobiográficas sobre sus gustos sexuales y sus propias experiencias.

A través de la palabra nos lleva en un recorrido turístico por los múltiples cines de la capital de Cuba y uno puede incluso olerlos al calor de las emociones descritas por el autor, que vivió su juventud de cine en cine buscando sexo y de posada en posada, consumando el acto.

(Las posadas en Cuba son casas para el amor y el deseo. Son sitios dónde los amantes se disponen a tener relaciones sexuales exclusivamente y pagan por habitaciones cuya reputación y calidad dejan mucho que desear. Quienes se encuentren allí a sus vecinos o amigos saben perfectamente a lo que van. Hago esta aclaración para quienes no hayan estado nunca en la isla.)

Un solar o cuartería en la Habana Vieja, (casco histórico), es otro de los protagonistas de la historia. Sus inquilinos con sus oscuros secretos y deseos inconfesables o no. Viejos edificios que han acogido desde siempre a los habaneros de menor poder adquisitivo.

Impactan en el recorrido por la vida sensual del autor varios detalles: primero sus más íntimos pensamientos en cuanto al sexo, plasmados con el desparpajo propio de los cubanos en estas cuestiones. También las distintas mujeres que le provocaban morbo y la manera en que se relacionó con ellas. Luego se descubre que la jerga sexual habanera no es un invento nuevo sino que incluso en la corrección de una década como la de los cuarenta ya se utilizaba.

Finalmente, es grato comprobar de buena tinta que el comportamiento liberal de los cubanos en cuanto al sexo no surge en la etapa de la Cuba revolucionaria a raíz de una crisis de todos los sectores del país; sino que es parte inherente del pueblo de esa bella isla caribeña.

Leer a Cabrera Infante siempre es un gustazo y más cuando en este caso aparta la política casi por completo para aferrarse a sus dos grandes pasiones: el cine y las mujeres.
| Share

lunes, 5 de mayo de 2008

Havana Graffiti (4)

Con el permiso de El Isleño reproduzco aquí su reseña sobre Havana Graffiti. ¡Gracias, amigo!



Sobre Habana Graffiti...

Por El Isleño

Les comentaba ayer que este fin de semana había terminado de leer Havana Graffiti, novela escrita por El Yoyo (un socio blogger como nosotros, que prefiere firmar con este seudónimo, “por el momento”)... veo también que Aguaya terminó esta lectura casi simultáneamente conmigo y que, a pesar de sus múltiples obligaciones familiares y el manejo de sus diferentes blogs, entradas y comentarios en los nuestros, ya publicó sus impresiones sobre el libro en sus “Desarraigos provocados”.

Ante todo especificar que este comentario nace del ”Isleño lector”, no del Isleño crítico literario que no soy, evidentemente, por tanto, mi acercamiento al texto es a partir de criterios emocionales, de contenido, más que de forma. Si está bien escrito o no, que lo diga alguien con esa capacidad y formación. Yo me voy a limitar a comentarles lo que como persona sentí al concluir su lectura.

Con este punto de referencia, mi identificación con este libro parte de haber vivido en el mismo tiempo y lugar que Carmelo por muchos años, de haber sido pionero, estudiante, de trabajar como Carmelo, de haber caminado por la misma Habana de los 90’s (y del siglo XXI, que aún son mis aceras y mis calles del día a día), por haber sentido la misma opresión y el mismo desaliento en alguna oportunidad... (lamentablemente, en lo único que no me puedo identificar tan fácilmente es con la “guara” o el éxito que tiene Carmelo con el otro sexo... L, que esa experiencia “no pasó por mí”). Me es muy fácil, por tanto, identificarme con una obra que habla de mí, de mi generación, de mis amigos, de gente que puede ser mi hermano o mi mejor socio… lo mejor del libro es que habla de NOSOTROS, de los cubanos, los del ayer reciente y de hoy... No vi en el libro una historia muy loca, ni desatinada, si con situaciones surrealistas que la hicieran inverosímil, no!!!... leí cosas de las que amigos me han contado, lo que vi con mis propios ojos en mis visitas a otros países... lo que les quiero decir es que Carmelo se podría llamar Manuel, Juan, Pedro, “Yusimisleidys”... ;-) es cualquiera de nosotros y es, a la vez, TODOS NOSOTROS.

Muchos de los que estamos dentro y de los que han salido de la isla, nos hemos preguntado las mismas interrogantes que Carmelo, hemos sufrido sus mismas dudas, sus temores, hemos dudado entre si es mejor permanecer en la Isla, por sus evidentes garantías sociales (estudio, salud, etc.) y/o la cercanía de la ayuda familiar y social, o “arriesgarlo todo” en un nuevo lugar, donde hay que partir de cero, sin familiares que te ayuden, sin garantías casi. Incluso después de haber emigrado ya con cierta garantía económica, Carmelo sigue cuestionándose si hizo bien. Es el entorno el que le repele. Se siente que ya no es de Cuba, pero no es de Alemania tampoco, como no será de España a pesar de su evidente cercanía cultural y emocional con su antigua y más preciada colonia... es “emigrante”, de cierta forma ha roto con su pasado y es difícil integrarse al futuro (no podemos olvidar que este Carmelo es “negro”, por tanto, es difícil de que se “confunda” con el biotipo caucásico originario de los países de Europa, a donde él ha emigrado). Pero aún en tales crisis existenciales, Carmelo mira atrás y se percata que la opción del retorno no es válida para él, que extraña su país y su cultura, su entorno social anterior, pero que él no salió de Cuba no solo porque quería tener dinero sino porque él quería disfrutar de “libertades” básicas que en su país le son vedadas...

Y yo creo que en eso radica la principal moraleja de esta obra. Se enfrenta a quienes repiten todo el tiempo que la emigración cubana de los últimos años es esencialmente económica. Sí, tiene una componente económica, porque es evidente que los aprietos económicos que hemos sufrido en los últimos 15 años han convertido el fenómeno en masivo, pero también tiene una componente sociopolítica, porque son gente que confiaron en el socialismo cubano y que se vieron traicionados, que un día se percataron que no tenías iguales libertades y derechos que “los demás, que lo demás países, que algunos cubanos con mayores posibilidades económicas o prebendas en nuestro país”... nos han enseñado que teníamos similares derechos y deberes que cualquier otro país, nos han enseñado a ser de los mejores del mundo en deporte, educación, salud, cultura, pero entonces es difícil aceptar que nuestra economía está entre las peores de América Latina, para no compararnos con otras regiones geográficas... y ahí vino el derrumbe, si se pudiera llamar así, de su “ideología”: no hay suficiente para comer, para vivir dignamente, pero es que tampoco tenemos iguales derechos, iguales posibilidades… estábamos bloqueados dentro de nuestro propio país: nos estaba prohibido alojarnos en un hotel sin ser cuadro o vanguardia (y yo puedo hacerles varios cuentos de cómo se reparten los bonos de “vanguardias”), nos estaba prohibido comprar una computadora, nos estaba prohibido comprar un video o un DVD, nos estaba prohibido contratar una gira turística a Santiago de Cuba o a Trinidad… ahora no podemos tampoco, pero por otras causas _ahora sí son económicas_, no porque lo tengamos prohibido... parece igual pero no lo es. Aún nos faltan muchos derechos básicos, inalienables, pero creo que nos irán llegando gradualmente...

Carmelo quería “tener derecho a...”, aquellos que se merecía en su opinión, aquellos incluso para los cuales la propia Revolución lo formó como profesional pero que nunca le garantizó plenamente. Por eso Carmelo se va de Cuba; por eso Carmelo no regresa, aún cuando no le va bien en país de adopción...

Una amiga entrañable siempre me recuerda que Ortega y Gasset escribió una vez: “yo y mi circunstancia”. Pues Carmelo piensa, actúa, nos muestra cuáles es él y sus circunstancias... ni más, ni menos; y justamente por eso es válido leerlo, adentrarse en su historia, analizarlo y compartir con él sus opiniones o a disentir, que a eso también tenemos derecho.

No hace mucho leía una entrevista que Ivis le hacía al Yoyo y él explicaba que su sueño era que este libro algún día se publicase en Cuba. Si yo tuviera algo que ver con el Instituto Cubano del Libro o el Ministerio de Cultura, incluso, con el Departamento de Cultura del CC del Partido, yo recomendaría inmediatamente la impresión masiva del libro del Yoyo y lo vendiera en la próxima feria de libros que se organizase en Cuba, porque este libro es didáctico y encierra varias enseñanzas para cualquier cubano: les muestra lo que tiene de bueno Cuba y lo que tiene de malo, le dice lo que tiene de bueno vivir en un país desarrollado y lo que tiene de aborrecible... les dice claro, “no vayas de ilegal que vas a pasar más trabajo que un forro de catre!!!!”, incluso le narra que aún siendo legal, no podrás insertarte en su sociedad sólo con desearlo con la vida; pero a la vez nos dice que aceptar las cosas como están (al menos como estaban cuando el terminó su novela) no es aceptable tampoco!!!... sin decirlo explícitamente, Havana Graffiti nos muestra que hay que luchar por el cambio aquí, ahora.

No quería cerrar este comentario sin decirles que esta novela se me pareció, conceptualmente, muy cercana a los planteamientos éticos de “Habana Blues”, la excelente película de Benito Zambrano: no es perfecta pero expone mi situación, mis vivencias, mis conflictos, y, por ello, merece estar entre mis preferencias. Quizá es por eso que voy a concluir este post con un par de canciones de la banda sonora de esa película, dos canciones que es como condensar esta novela en unos versos, es como escuchar esta novela con música... y aplaudirle!!!

Arenas de soledad.

Empezar de nuevo
sin destino y sin tener
un camino cierto que, me enseñe a no perder la fe
y escapar de este dolor sin pensar en lo que fue
¿cuanto aguanta un corazón sin el latido de creer?.

En lo bello en la verdad de la esperanza
de esta sed de amar
en los sentimientos que se quedan
sueños que perduran
y busqué y subí y fui preso entre las alas del amor
sin distancia y sin recuerdos
en las arenas de esta soledad.

Presa de un silencio roto
hijos del amanecer
que nunca alcanzó esa luz, tan confundida en el placer
y cierro los ojos, sólo para comprender
cuánto aguanta un corazón sin el latido de creer.”


"Sé feliz.

Si la soledad te enferma el alma
si el invierno llega a tu ventana
no te abandones a la calma con la herida abierta
mejor olvidas y comienzas una vida nueva
y respira el aire puro
sin el vicio de la duda.

Si un día encuentras la alegría de la vida
sé feliz, sé feliz, sé feliz, sé feliz
con los colores de una mariposa
vuela entre las luces de la primavera
si te imaginas que la lluvia te desnuda
juega en los mares que despiertan a la luna
y sé feliz, sé feliz, sé feliz, sé feliz
si la soledad te enferma el alma.”


(por cierto, de esta última hay una versión reciente, preciosa, en la voz de Luz Casal, a mí me la han regalado hace poco... es parte del CD “Vida tóxica”... escúchenla!!!)
| Share

domingo, 4 de mayo de 2008

Havana Graffiti (3)

Havana Graffiti. Portada y contraportada.

He terminado de leer el libro de El Yoyo, como "por ahora" firma su autor, y me quedé con ganas de seguir disfrutando hasta el más mínimo detalle de la vida y andanzas de Carmelo, su personaje principal. Me identifiqué mucho con él. Hasta creo que conozco a ese ocurrente negro boxeador, hombre sensible, de toda una vida...

El Yoyo, también autor del blog Jinetero...¿y qué?, puso en boca de Carmelo muchos cuestionamientos que yo misma me he hecho en los últimos años ante innumerables situaciones por las que he atravesado, o que ni me han pasado por la cabeza pero que, al leerlos, bien pudiera adueñarme de ellos y hacerlos míos muy fácilmente.

Y es que Carmelo me llevó de la mano por la ciudad donde nací y que, en la distancia, adoro tanto como él, y sufro; como también caminamos por otras metrópolis europeas que conozco mejor ahora y que, también para mí, son hostiles en alguna dimensión. Se me fueron las páginas de su vida recordando muchas de las mías, retratando personajes, calles, caracteres de ambos lados del Atlántico con las categorías de cubana y emigrante a cuestas, como él.

Graffiti caracter de CAN2 (Tomado de Wikipedia).

Havana Graffiti dió inicio al proyecto El libro itinerante y me alegro de haber mandado otra copia para El Isleño, en Cuba. No me arrepiento de haberlo leido, Yoyo, muy por el contrario. Emigrar nos deja huellas a todos, para bien y para mal. Con tu libro he interiorizado, a la cubana, muchas de ellas, a veces amargas, que me confirman una vez más que no soy de aquí... ni de allá.

Compartir esas huellas con Carmelo fue un placer. Gracias, Yoyo.

(El libro Havana Graffiti puede comprarse en esta tienda virtual)
| Share

jueves, 1 de mayo de 2008

Havana Graffiti (2)

Con la aprobación de CubanInLondon publicamos hoy sus impresiones sobre el libro que dió origen a este club literario: Havana Grafitti, del bloguero cubano El Yoyo.



Havana Graffiti (Sinfonía para Orquesta de Cámara, Trompeta China y Tumbadora)

Por CubanInLondon

Quizás ya no hay nadie que lo pueda aconsejar,
quizás tiene hambre como todos los demás,

jamás tuvo nada y en su noble corazón
corre Dólar, corren sueños
corrompidos por la corrupción...


Los Lobos se Reúnen
Gerardo Alfonso



Cuenta el dramaturgo cubano Antón Arrufat en el libro "Virgilio Piñera en Persona" del autor Carlos Espinosa que el día que conoció al afamado escritor, poeta, ensayista y dramaturgo matancero "Yo salía de una exposición de Wilfredo Lam en la Universidad de la Habana (...) Queda en pie que yo descendía la escalinata de la Universidad, la pupila encandilada por la pintura de Lam. Parqueado al lado de la acera se hallaba el convertible de Rodriguez Feo (...) Entré mecánicamente en el auto y Rodríguez Feo me indicó a una persona que lo acompañaba, que siguió mirando al frente y no se movió para mirarme. 'Este es Virgilio Piñera'. Pero el aludido permaneció impasible (...) En eso Virgilio se volvió, y escuché su voz preguntarme: 'Usted hace cosas con la mierda?'

Salvando tiempo, distancia y status es la misma pregunta que yo le podria hacer al Yoyo. Y la respuesta estoy seguro que seria: "Pues, si, escribo una novela".

Porque lo que esta claro para mi es que el Yoyo ha escrito una novela sobre la mierda. Y que no se confunda esto con ser un escritor de mierda. Son dos cosas diferentes. Lo primero corresponde a la observacion, a veces pasiva y a veces activa de un determinado fenómeno. Lo segundo es la aspiración sin la calificación. Y al Yoyo le sobran calificaciones.

La mierda de la que escribe el Yoyo no es la benévola que arrastra nuestros desechos intestinales, o la que fertiliza el suelo campestre en forma de abono. No. La mierda a la que se refiere este autor cubano es la otra, la de la crisis constante, que como dice el personaje principal de "Havana Graffiti" "era una más dentro de un viaje muy largo, tan largo que la vida se convirtió en una sucesión infinita de crisis y la crisis se nos había hecho vida". Esta mierda no avisa su entrada con la hediondez a la que estamos acostumbrados. Una vez que se apodera de uno, se le va metiendo adentro hasta que lo pacifica, lo endroga y lo vuelve en un robot doméstico listo para recibir órdenes sin rebelarse.

"Havana Graffiti" nos nos conduce a través de tres etapas, que de ser tan cercanas pudieran parecer como una misma. Sin embargo los matices que introduce el Yoyo en la obra se encargan de ilustrar la complejidad de la situación cubana y de diferenciar los tres niveles en los cuales opera la novela.

El libro abre con la gran crisis (esa palabrita de nuevo!) del '94 cuando miles, sino cientos de miles de cubanos se lanzaron al mar buscando una salida a la situación económica y política que los ahogaban en Cuba. La descripción de este fenómeno me produjo una visión de balsas y artefactos construidos con apuro moviéndose en alta mar con una rima asonante, porque ya se habían acabado los verbos, comparativos y superlativos con los cuales convencer a estos cristianos. En medio de todo este barullo, Carmelo decide quedarse. Presionado por el hecho de que no sabe nadar y por lo que le ha dicho su padrino, quien actúa como su oráculo, sobre su futuro y los buenos augurios que este le traerá, él opta por permanecer en el mismo pantano que ahoga todo y a todos. Su larga visión lo salva, pues su esposa, embarazada con su primer hijo, perece en alta mar junto con el resto de la tripulación. Estas primeras páginas, no por ser tan reales, dejan de ser dolorosas y la narración y descripción de estos hechos tienen que ver más con un documental literario que con un trabajo de ficción. De hecho, a través de la novela sentí que Carmelo llevaba una cámara de video en el hombro por la cual nos permitía escudriñar de cerca sus alegrías y pesares, que en varios momentos sentí como mis propios infortunios y placeres. En una composición musical para orquesta, este movimiento sería grave con mas peso para la sección de cuerdas. Se cierra así la primera etapa de la novela.

La presentación del personaje central ocurre de una forma imprevista, ya que confieso que en algun momento pensé que el Yoyo dejaría a su narrador anónimo como lo hizo Ralp Ellison en su obra maestra "El Hombre Invisible", vistiéndolo así de una universalidad en la cual se pudieran reflejar los emigrantes que empujados muchas veces por circunstancias ajenas a su voluntad terminan en ciudades donde no pueden hablar la lengua natal, se les tratan como pestes y el racismo y la zenofobia se convierten en su realidad diaria. Pero no, el Yoyo, le lanza al lector una curva cuando lo que se le esperaba era una recta supersónica de 90 millas por hora. Y el umpire no se hace de rogar y canta el strike. Es asi como en la página 30 nos enteramos del nombre del personaje principal: Carmelo. Y con él, su familia. Y detengámonos por un momento en la familia de Carmelo ya que el Yoyo, a través de estos tres simples personajes, penetra en la psiquis del núcleo familiar cubano en los 90 de una forma orgánica. En el padre de Carmelo vemos al "comecandela" tradicional, el revolucionario intransigente para el cual no hay otra labor más importante que la de ayudar a construir la sociedad que se trató de erigir despues del '59. A un lado quedan familia y casa, la Revolución lo necesita a él, no hay nada más. No puede haber nada más. La madre simboliza la persona en el medio, ama a su esposo, pero también a su hijo, le duele que a éste se le esté yendo la juventud en un país donde con la devaluación de la moneda nacional, llega la devaluación del alma y lo peor es que no sabe como socorrer a su cría. Carmelo representa lo nuevo, lo fresco, no porque tenga razón en todo lo que dice, sino porque como el anti-Fausto que es, su objetivo principal es cuestionar y razonar basado en los argumentos que se debaten. Hay ecos en este conflicto de la obra cumbre del dramaturgo cubano Alberto Pedro, tristemente fallecido hace algunos años, quien a principios de la década del 90 precisamente llevó a escena un dilema similar en su obra "Manteca" en la cual el actor cubano Jorge Cao encarnaba el papel de Celestino, un veterano de la Revolución, educado en la antigua Unión Soviética y renuente al cambio. Lo seguía su hermana Dulce, cándida, buena, inocente pero imparcial. El trío lo completaba Pucho, el cual con su intelectualismo cuestionaba la sociedad que lo rodeaba y renunciaba a hundirse en las mismas miasmas en la que se clavaban todos. El Yoyo, por su parte, mantiene esta tensión familiar hasta el mismo final de la novela.

Esta segunda etapa es tan amplia como la tercera y nos presenta a otro personaje, Janet, holandesa de origen pero que tiene intereses profesionales en Cuba. A través de ella, Carmelo se adentra en un mundo que le está prohibido a la mayoría de sus compatriotas, el de la opulencia y abundancia material, apoyados, claro está, por una corrupción estatal que lo cubre todo. La contradicción entre la inocencia de este cubano que sabe que es diferente de los demás "lobos" de esta camada y su deseo de progresar aunque en ello le vayan algunos de sus principios es uno de los puntos que el Yoyo toca con más sensibilidad y agudeza. Los diálogos entre Janet y Carmelo son un testimonio que bajo la tela social cubana nunca hubo ni habrá esa sociedad colectiva socialista que se trató de forjar y que costó tantas vidas, mas bien, hay un oportunismo, el cual lo epitomizan bastantes gerentes y empresarios, tanto cubanos como extranjeros, con los que se topa Carmelo. Este es un capítulo en el cual se prueba que en la ecuación de la vida cubana contemporánea, la matemática no tiene cabida.

Es su estancia en Holanda lo que despierta a Carmelo del todo cuando sabe que su pareja se está aprovechando de él por medio del sexo. Es un momento de singular importancia, ya que en el tren que lo lleva de Holanda a España no solamente viaja un hombre desilusionado con una mujer, sino también a su lado viaja el cadáver de su moral.

Mencioné antes al escritor afro-estadounidense Ralph Ellison y vale la pena traerlo de nuevo a colación porque la descripción que nos da Carmelo cuando llega a Alemania después de haber pasado vicisitudes en España como emigrante ilegal, después de regresar a Cuba para poner en regla sus papeles y pasar por todos los problemas que pasan aquellos que se atrevan a abandonar ese verde caimán, esa descripción va más allá del simple detalle de una calle, un museo o una cafetería en Berlín, elementos que en los que siempre reparamos cuando viajamos a otro país, a otra ciudad. No, su descripción obedece a una necesidad filosófica de tratar de comprender eso que se nos escapa de las manos. Leamos primero lo que dice el personaje central de "El Hombre Invisible" en la primera página de la novela:

"Soy un hombre invisible. No, no soy un fantasma como los de Edgar Allan Poe, ni tampoco un ectoplasma a lo Hollwyood. Soy un hombre de sustancia, de carne y hueso con fibras y líquidos en el cuerpo, incluso diría que poseo una mente. Soy invisible porque la gente se niega a verme. Como las cabezas sin cuerpos que se ven en los espectáculos circenses a veces, me parece que estoy rodeado de espejos con un cristal duro que me devuelven una imagen que no es la mía. Es solo mi silueta lo que ve la gente cuando se acerca, o a ellos mismos, o fragmentos de su imaginacion, cualquier cosa, menos a mi."

Y ahora leamos los pensamientos de Carmelo mientras vaga por la calles de Berlín:

"Pronto me acostumbré a transitar sin pedir permiso o buscar aprobación, sin perturbar con mi presencia y por eso no dar explicaciones llegué a confundir este silencio con el hallazgo de la libertad que me había lanzado fuera de mi tierra. Los recién llegados solemos confundir este concepto; la libertad era sólo un espejismo. No es que me respetaran, es que ellos no me veían, me había vuelto transparente, la gente simplemente me ignoraba. Me convirtieron en un fantasma, en un algo etéreo que se movía por la ciudad compartiendo con sus habitantes exclusivamente el aire que respiraba".

"El Hombre Invisible" es un libro que fue publicado por primera vez en 1952. "Havana Graffiti" vió la luz en el 2007. Uno es una novela escrita por un autor afro-estadounidense. El otro por un cubano. En uno se retrata una sociedad que a pesar de haber conseguido hacer las paces consigo misma despues de una terrible contienda civil, le niega el derecho de ser humano a un grupo étnico. En el otro el retrato es el de un hombre que es un ciudadano de segunda clase tanto en su país de origen como en la nación a donde emigra.

Hay consecuencias fatales que salen de la invisibilidad de Carmelo. Con una impotencia espiritual y mental que lo ciega arremete con todas sus fuerzas contra esta sociedad que no lo deja probar su valía. Es su venganza. Y en el proceso muda lo poco que le queda de piel de cordero que todavía tenía hasta ahora por una armadura de lobo que lo protege contra todo el que él piensa que viene a hacerle daño. Sin embargo, es en este momento cuando el Yoyo, con precisión maestra de conductor de orquesta silencia al resto de la banda y deja al violinista solista, el cual, parado en medio del escenario nos toma de la mano y nos guia con su melodía por el mismo camino por el cual Carmelo recobra parte de su humanidad (es imposible recuperarla toda) en la pagina 288. Después de su masacre en internet donde se aprovecha de cuanto inocente pone anuncios buscando desahogos sexuales, este cubano se impresiona con las lágrimas de una chica que aparentemente ha estado discutiendo con su novio y el resultado de esta escena hace que "al llegar a casa y antes de organizar la compra, me fui al ordenador, borré todas las direcciones de mis víctimas y di por terminada mi venganza".

Es a partir de esta parte donde comienza la tercera etapa de la novela y donde Carmelo, con una familia hecha ya en Berlín, viaja a Cuba de nuevo, pero esta vez como residente en la nación teutónica. La realidad que lo espera no es mas que un engaño más, donde el color negro de su piel despierta una reacción negativa que luego desaparecerá cuando el consabido pasaporte alemán aparece.

El Yoyo aborda con gusto los encuentros sexuales de Carmelo, un elemento que puede o no predisponer al lector y puede o no darle más sustento a los tantos estereotipos de los que sufrimos los que nacimos en Cuba. Para mi fue un caso más de explotación sexual, un hecho que ocurre con frecuencia tanto en Europa como en Norteamerica y al cual se le da mas énfasis en el caso de las féminas que en el caso de los caballeros. Sin embargo, en Gran Bretaña han habido programas de televisión, artículos en la prensa y obra de teatro que se enfocan en este tipo de industria sexual y en la que participan mujeres y hombres. El caso de los 'Rastafarians' en Jamaica es archiconocido y Gambia tiene un alto porciento de "jineteros".

En un correo separado el Yoyo me pide que dé una opinion sincera de su novela, incluso si hubiera pensado que no servía. Mi respuesta se la hice saber privadamente y queda con el si quiere hacerla pública o no. La sinceridad de mis argumentos sobre la novela me parece que serán suficientes para eliminar cualquier duda que pueda haber sobre si me gustó el libro o no. Sin embargo, hay dos razones por las cuales me niego a dar comentarios negativos sobre "Havana Graffiti".

La primera es muy simple. No soy crítico. Para citar al Yoyo de nuevo, "soy un cubano normal, uno que está entre ustedes, al que ves cada día, el de la mesa contigua en el bar, el que trabajó sin papeles; el que lleva la cruz de ver morir su tierra desde lejos".

La segunda es que libros como "Havana Graffiti" con su carácter quasi-autobiográfico son necesarios para poder comprender la complejidad de la situación cubana. "Havana Graffit" no es ni mucho menos un libro gusano, ni para gusanos, ni escrito por un gusano, aunque no conozca al autor. Es una novela que apunta a una realidad que no por ser surrealista deja de ser realidad. Y lo más pesaroso es que no podemos dejar de sentirla y de vivirla, no importa cuán lejos vivamos.

Hay un comentario que dejé para el final porque tiene que ver con un personaje de la novela que es tan obvio, y sin embargo se le puede perder al lector por su presencia discreta durante todo el libro. Es el mar. La obra empieza en una playa habanera y termina en el puerto de Cádiz, la capital de la provincia del mismo nombre y que forma parte de Andalucía. Es el mar quien le roba a Carmelo su esposa, el que destruye sus pocas posesiones durante las abundantes lluvias del '96, el que le trae a Janet, el que lo recibe en España, el que marca con puño y letra el final de la novela. Al decir de Alejo Carpentier en su libro "La Consagración de la Primavera": 'La mer, la mer/ toujours recommencée', este elemento natural, agua que puede ser mansa o revuelta, imagen fiel de una de nuestras más adoradas orishas, Yemayá, es un componente fundamental en una obra en la cual temas como aislamiento, enajenación y decepción se abordan con pasión y conocimiento.

Es por eso Yoyo que te agradezco de todo corazón que me hayas brindado la oportunidad de leer tu novela sobre la mierda porque incluso la podredumbre que rodea a Carmelo merece ser explicada y quien sabe, en un futuro no muy lejano, aniquilada.
| Share

domingo, 27 de abril de 2008

Blogueando a Cuba

Chequea nuestro evento bloguero cubiche en:

Blogueando a Cuba
Primer Encuentro de Bloggers Cubanos
EBC’2009

Del 13 al 15 de Agosto, 2009
Palma de Mallorca, España y Miami, USA
| Share

jueves, 27 de marzo de 2008

Native Son (2)

Publicamos hoy la segunda parte de los comentarios de CubanInLondon, con su autorización, sobre la novela Native Son. (Leer la primera parte).

Les recuerdo a todos que pueden enviarnos sus impresiones, críticas literarias, comentarios sobre libros que hayan leído, si lo desean, para hacerlas públicas en este club literario.



Native Son by Richard Wright (2) (contains spoilers)

Por CubanInLondon

‘... If only ten or twenty Negroes had been put into slavery, we could call it injustice, but there were hundreds of thousands of them throughout the country. If this state of affairs had lasted for two or three years, we could say that it was unjust; but it lasted for more than two hundred years. Injustice that lasts for long centuries and which exists among millions of people over thousands of square miles of territory, is injustice no longer; it is an accomplished fact of life. Men adjust themselves to their land; they create their own laws of being; their notions of right and wrong. (...) Your Honor, injustice blots out one form of life, but another grows up in the its place with its own rights, needs and aspirations. What is happening here today is not injustice, but oppression, an attempt to throttle or stamp out a new form of life. And it is this form of life that has grown up here in our midst that puzzles us, that expresses itself, like a weed growing from under a stone, in terms we call crime. Unless we grasp this problem in the light of this new reality, we cannot do more than salve our feelings of guilt and rage with more murder when a man, living under such condition, commits and act with we call a crime...’

With these words, defence lawyer Boris A Max puts the entire American society in the dock in the closing pages of Native Son. In order to understand the flaws of the American War of Independence and its subsequent Civil War, we needn’t look further than Bigger Thomas, here characterising the uneducated black man, coming from the lowest rung on the American social and economic ladder. As his options comprise no more than menial jobs, Bigger’s life becomes a trap, which feeds him nothing but resentment and hate. He fears the whites, who determine his existence and this fear makes him see the white race as a collective that tells him where to live, where to work and what to do.

The setting of the novel, black and white colours with shades of grey thrown in and cloudy skies, eases the reader into the desperate plight the main character, Bigger Thomas, has. He is the focus of the novel and the embodiment of racism in the psyche of its black victims. Bigger and his compadres suffer from a popular assumption that whites are sophisticated whereas blacks are either subservient or savage. All throughout the novel and up until the dénouement Bigger’s thoughts change from shame (of his family’s abject poverty) to fear (of the whites who control his life).

Native Son is one of those novels that, although they focus on social and political issues, draw heavily from the work of other writers whose oeuvre might not be directly related to the issues raised in the novel in question. In this case it's that other great American writer, Edgar Allan Poe whose short-stories are the leverage that produce the effect in the novel . In Native Son, I saw clearly ‘The Tell-Tale Heart’. The feeling of paranoia caused by the ‘vulture eye’ in ‘Tell-Tale Heart’ is on a par with Bigger’s mix of hate and fear towards Mary Dalton. The criminal modus operandi is the same. Both perpetrators smother their victims. They both stay in the same room where their dead victim is, as the police or investigator search the premises. They both panic in a moment of self-consciousness. Poe’s narrator begins to hear a faint noise that grows louder and louder. Bigger avoids replenishing the furnace. The atmosphere is the same, repressed, silent, grim and cold.

There’s an important lesson in Native Son and it’s mainly aimed at the liberal, white, middle class person. Mary Dalton, the victim and turning point in Bigger’s life, professes a benign type of racism, one whose own naïveté escapes its owner. Richard Wright, very deftly, criticises Mary’s attitude towards blacks, and specifically towards Bigger. Her youth and immaturity do not allow her to see beyond those rose-tinted spectacles she wears and therefore she fails to recognise Bigger’s signs of confusion and surprise when she approaches him in a such an open and friendly manner. Her assumption that Bigger will accept her friendship proves to be one of many fatal errors she and Jan, her boyfriend, make.

This is not to excuse Bigger. I wrote in the first part of my analysis of Native Son that as a father and husband, Bigger’s deeds tested my liberal credentials. They still do. But I feel now in a much better position to judge, and not too harshly, this human being who, rather than acting, was re-acting to the society that put him in that condition in the first place.
| Share

sábado, 22 de marzo de 2008

Déjame que te cuente...

Déjame que te cuente ... (Jorge Bucay)

[Reproduzco aquí este post originalmente publicado en Desarraigos Provocados]


Muy interesante la selección de cuentos del libro de Bucay, psicólogo argentino que ha escrito exitosos libros de autoayuda. La novela Déjame que te cuente ... trata de un paciente que busca apoyo terapéutico con un psicólogo. Este último siempre tiene un cuento que contarle para ayudarlo a enfrentar y a solucionar los conflictos generacionales, de pareja, de trabajo, entre otros.

Por cierto, Bucay diferencia a los escritores "de raza" de los demás que, como él, publican libros de autoreflexión y ayuda en la vida:

Sí creo que hay una jerarquía entre lo que significa la novela de un artista, de un hombre o una mujer que tenga la gran literatura, y la novela de alguien como yo, que no soy un gran escritor, ni siquiera, quizá, un escritor, sino alguien que escribió una novela.

Interesante, ¿verdad?
| Share

viernes, 7 de marzo de 2008

Cisnes Salvajes

Publicamos hoy una reseña de CubanInLondon sobre el libro Cisnes Salvajes, de la escritora china Jung Chang. CubanInLondon la publicó primero en su blog pero también la comparte con nosotros en este espacio.



My eyes collide head-on with stuffed graveyards
False gods, I scuff
At pettiness which plays so rough
Walk upside-down inside handcuffs
Kick my legs to crash it off
Say okay, I have had enough
What else can you show me?

And if my thought-dreams could be seen
They'd probably put my head in a guillotine
But it's alright, Ma, it's life, and life only.


'It's Alright, Ma (I'm Only Bleeding)'
Bringing It All Back Home
Bob Dylan (1965)

I close the book and shut my eyes. I clench my fists and open my soul. The tears in my eyes well up. My pulse races. My breathing increases. Outside, my body is inert. Inside, my body is a volcano about to erupt. But it's alright, Ma, I am just bleeding. I do not want to cry here, though. I am at the hairdresser's. My long single twists have not been touched for a few months and the untangling process is claiming my scalp as a victim. But my pain is not of the follicle variety. It has to do with the death of roughly 30 million people. 'Is it hurting?' 'No, it's fine'. 'You shouldn't leave your hair unattended for so long'. 'Yes, I know, but you know, lack of time'. 30 million people. Or maybe it was 20 or 40. Who cares? One man, supported by mainly an idea contributed to the demise of millions of his compatriots. What prices paradise? What prices Heaven? How can you measure a panacea in human lives? And is there a measure unit to assess how many humans are needed in order to achieve someone's utopia? 'I hope those watery eyes are not the result of my comb'. 'Oh no, don't worry, you have to do what you have to do and I have been too careless with my hair'. No, my watery eyes were the result of reading someone's story about worshipping a leader whose actions brought suffering and devastation on her family. For the next three hours as the hairdresser continues to do my hair I carry on reading (a different book now) but my mind wanders back to the one I have just closed. As soon as she finishes ('Well, remember, don't leave your hair tangle up so much, come back in six or seven weeks', 'OK, I will') I go out into the London night. It is drizzling (or spitting, as they say here), perfect weather to let out my tears. I switch the taps on and allow my feelings for those victims of utopias everywhere to show.

Certain books have the capacity to ask us questions, others, aim at providing answers. And then there are books that just open themselves to us, untroubled but with problems, blithe, yet serious. They deliver the content in ways we are unaccustomed to.

Wild Swans is one of those books.

Written by a Chinese woman, Jung Chang, the book traces the history of that Asian nation in the twentieth century through the eyes of three generations of Chinese women, Jung's grandmother, her mother and herself. From the time when concubines were still a commodity down to Mao's last years, Wild Swans is not just a memoir, but also a literary documentary with even a photographic feel to it. Jung Chang's descriptions of the Chinese countryside provide the book with a sentiment of infinity and vastness. The sheer size of the country serves as a background for all the political and economic battles that roll out in the fifty-odd years the memoir covers.

As the empire is overthrown in 1911, there follows a succession of historical events culminating in Mao's Cultural Revolution upon which the Chinese people have very little say and direct influence, yet bear the brunt of the fallout.

Needless to say it is the section that covers Mao's years where my attention focused the most. The reasons stemmed from a desire to know more about an event whose significance is hardly ever discussed in Cuba, but there was also an appeal that felt more personal, since Jung's life and mine mirror each other up to a certain extent.

Chang left China when she was 26 in 1978. I left Cuba when I was twenty-six years old in 1997. Jung majored in English language. So did I. The Chinese author found her 'knight without armour' in Britain. Although I found my 'lady under no distress' in Cuba, I can identify myself with her feelings for her other half. From an early age she showed a passion for books and it was this zeal that kept her sane throughout her hardship. In the early to mid-nineties as the Cuban economy nose-dived I was commonly found on buses, backs of lorries and any other means of transport reading placidly a novel by Jane Austen or George Orwell (the latter, in secret for reasons we all know) whilst all around me the world collapsed.

En brèf
, Wild Swans was a reminder of a bigger truth. Whether it be a socialist, fascist or theocratic state, people's oppression and the means to carry it through changes very little. One of the most telling moments in the book is when Jung Chang, still a firm believer in Mao Zedong's policies, wonders how it is possible to whip up the frenzy that most of her compatriots seem to suffer from and that leads them to carry out violent acts. What is it that turns normal, law-abiding citizens into beasts whose thirst for blood overcomes even the minutest sense of respect for fellow human beings?

The only possible answer I have is a cynical one. We already have those traits and provided the puppeteer is capable enough, he/she will be abel to trigger off a series of emotions and feelings that will act as a catalyst for us to carry out these hideous deeds. That will irremediably lead to chaos and destruction. Recent events support my theory. Sierra Leone, Kosovo, Rwanda. The situation is probably all the more despondent if the main colluding element is the state, the one body in charge of protecting us.

According to Jung Chang, Mao Zedong did not have a secret police, Stasi-, G2-, or KBG-style. He did not need to. His own people acted as both aggressor and defender at the same time. This fact reminded me of a comments made by Milan Kundera in his outstanding novel 'The Unbearable Lightness of Being', already quoted on my blog a few times. On referring to the events of 1968 in Czechoslovakia, when Soviet troops invaded the country and comitted all kinds of atrocities, the author says:

'Anyone who thinks that the Communist regimes of Central Europe are exclusively the work of criminals is overlooking a basic truth: the criminal regimes were made not by criminals but by enthusiasts convinced they had discovered the only road to paradise. They defended that road so valiantly that they executed many people. Later it became clear that there was no paradise, that the enthusiasts were therefore murderers.'

There is no doubt that Mao was a murderer. Whether he knew what was happening in China or not (the excuse that some apologists and revisionists like to hang on to) under his mandate, the truth is that many innocent people died as a result of his narrow-minded and totalitarian attitude. But what about those who helped him? Let's go back to Kundera:

'Whether they knew or not is not the main issue; the main issue is whether a man is innocent because he didn't know. Is a fool on the throne relieved of all responsibility merely because he is a fool?'

And now let's read Jung Chang's comment on Mao's 'success' as a leader:

'He was, it seemed to me, a really restless fight promoter by nature, and good at it. He understood ugly human instincts such as envy and resentment, and knew how to mobilise them for his ends. He ruled by getting people to hate each other. In doing so, he got ordinary Chinese to carry out any of the tasks undertaken in other dictatorships by professional elites. Mao had managed to turn the people into the ultimate weapon of dictatorship.'

From which my conclusion is, in the making of a dictator we all collude. Some, more passively than others, but we are all in it together. And no, this is not a pleasant thought. Because when I was reading Wild Swans (which I had to put aside a few times as there were parts too painful to read) I was suddenly reminded of the time when I could have done something. And yet, I remained silent. Or rather, I sat on the fence.

In 1992, on my way to my twenty-first birthday and half-way through my English course, I came across the subject Scientific Socialism, already downgraded from Scientific Communism, in uni. The teacher was affable and friendly and we did not think much of the content of his classes. He was a joker and that was enough. One day, my classmate Luis Gustavo, who had been at El Saul Delgado College with me and whom I knew very well, stood up to answer one of the teacher's questions: Was there freedom of speech in Cuba? Luis had a brilliant mind and he gave him a really thorough reply as to why he did not think that people in Cuba enjoyed the benefit of discussing and debating their ideas freely. The teacher's reaction was curt and abrupt. I was called next to comment on Luis' remarks. Since year 12 when I spoke against one of my classmates' expulsion from college I had garnered a reputation for being something of an articulate and rational person. Now it was my big moment of showing the same capacity for oratory to defend my friend. However, I failed. I chickened out. At the eleventh hour I looked into my future and forgot his. I babbled incoherently about a different matter, thus, diverting attention from the real important issue my friend had just called attention to. The teacher understood, my class understood, I think that even Luis Gustavo understood. There are many tales like mine in Wild Swans and this was partly the reason why Maoism triumphed where other systems had failed. Because they had people like me who put their personal interests above the ideals they cherished: the rule of law, independence of mind, rationality, accountability and respect for human and civic rights. As a consequence of his remarks, Luis Gustavo was expelled from uni. The teacher was never the same again. I was never the same again, either. A sense of guilt overwhelmed me for a long time thereafter. After a while, though, that feeling of culpability subsided. Wild Swans brought to mind what happens when we all become bricks of the same wall. Our solid surface provides the façade against which everyone crashes. And those who crash today will probably be bricks tomorrow.

The ending of Wild Swans serves as a reminder that sometimes happiness is found elsewhere, even if one is separated from one's country of birth. Even if one, Ma, is still bleeding.
| Share

domingo, 2 de marzo de 2008

Veronika decide morir

Por Aguaya Berlín

Veronika decide morir, Paulo Coelho
1ra Edición Rayo, 2001


Un libro digno de ser leído. Linda historia. Veronika decide morir cumple 10 años de publicado en el 2008. Y me ha dejado pensando en muchas cosas...

Cuando su vida era una eterna rutina, sin cambios, sin emociones, llena de conformidades y angustias, Veronika decidió que debía morir e intentó suicidarse. Despertó en un manicomio. Allí transcurre la mayor parte del relato. ¿Son realmente más cuerdos los que están afuera? ¿Son más libres los que viven adentro? Hay quienes no quieren entrar... hay quienes no quieren salir...

Este es el segundo libro de Paulo Coelho que me leo. El primero fue El alquimista. Sé que habrá un tercero,un cuarto, un quinto... los tengo en el librero esperando en la cola. Estoy convencida de que Coelho llegó para quedarse.

[Este post fue publicado inicialmente en el blog Desarraigos Provocados.]
| Share

viernes, 29 de febrero de 2008

Native Son (1)

CubanInLondon ha querido sumarse a nuestro proyecto y le damos la bienvenida. Como lo dice su seudónimo: es un cubano que vive en Londres, así de sencillo. La mayoría de sus escritos sobre los libros que lee estarán en Inglés pero por supuesto que los podemos comentar en ese idioma y en el nuestro, el Español. Nos ha enviado los primeros de ellos, ya publicados en su blog CubanInLondon, los cuales iremos subiendo al nuestro poco a poco. Aquí va el primero:


Native Son by Richard Wright (1)

Por CubanInLondon

It’s been a long time since a book has scarred me as much as Native Son. Last time this happened it was James Baldwin’s Another Country the culprit. With its myriad characters and black and white setting, literally, NS has created a dichotomy in my brain. On the one hand I can understand the main character’s psyche. I can even sympathise with him most of the time. Bigger is a product of white American society and its flaws. Bigger is what the US could have prevented from happening when the Civil War wrapped up. But then, race has always been a powerful tool in the hands of the ruling elite and nowhere is this more obvious than in the opening passages of NS. Sometimes I even find parallels between Bigger’s ordeal and that of the main character of Ralph Ellison’s Invisible Man, another major work of literature that I’ve gone back to over and over. The problem is that Bigger is the flipside of Ralph Ellison’s coin and it’s not due just to his sheer size, but also to his overwhelming presence through the first 100 pages of the novel.

On the other hand, I’m a father and I happen to have a daughter. And spoilers aside, it’s difficult to sympathise with Bigger once he commits his heinous crime. Because heinous it is, albeit accidental. It’s this dichotomy that places my liberal heart on the line of fire. I’m forced to feel for a criminal whom the society surrounding him has left no other way for him to express his frustration.

The book is written in the third person singular, however, I keep feeling like I am in the first person singular. And this is the first time this has happened, which attests to the good writing Richard Wright shows.

To sum up, I’m bruised and battered by the novel, and yet, I’ll soldier on, like the occasional literary masochist I can be, hoping that in the remaining 100-odd pages I can find the manna that Bigger deserves. Even if at heart I disagree with his deeds completely
| Share

jueves, 28 de febrero de 2008

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha

1605, Imprenta de Juan de la Cuesta, España


Consideraciones sobre El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha

Por Ana Esther Rodríguez

Soy una fiel estudiosa de las letras y del idioma Castellano, me gusta leer e interpretar toda literatura, que en Español, llegue a mis manos; y por esto no puedo dejar de mencionar esta gran obra de la literatura española y universal.

Esta obra cumbre de la literatura universal que ha sido traducida a casi todos los idiomas, escrita por Miguel de Cervantes y Saavedra, comienza con la descripción de Alonso Quijano, que un poco enloquecido por la lectura de las novelas de caballería, decide enfrentar al mundo en la posición de un caballero medieval, recreándonos con muchas aventuras cómicas que dan vida a este personaje, prevaleciendo siempre en él la bondad y el idealismo de un mundo más justo.

Considero de gran utilidad para todo lector conocer las historias por las que tiene que pasar Don Quijote: su lucha contra los molinos de viento creyéndolos gigantes, así como la estrecha y amena relación con su escudero Sancho Panza, resultando ser esta novela un apetitoso manjar para nuestro intelecto y es que cuando se termina de leer hay una pregunta acechando: ¿podremos cambiar el mundo?, y pasa que necesariamente en esta obra se intenta sustituir e interpretar la realidad ultilizando un estilo original en manos del personaje principal que nos hace reir a carcajadas.

También es muy importante destacar los valores que están presentes a lo largo de toda la obra: la libertad en la vida humana, la amistad verdadera, el respeto, el sentido de la justicia, la compasión y el amor incondicional hacia la pareja, siendo esto de gran relevancia para todas las personas que lean esta novela porque de seguro nos convertirá en mejores seres humanos.Es por todo esto que se hace imprescindible su divulgación y lectura entre los jóvenes para lograr inculcar mejores cualidades que nos permitan enriquecer al mundo con alegrías y bondades, dejando a un lado las injusticias y todos los sentimientos negativos que crecen como mala hierba a nuestro alrededor.

Don Quijote y Sancho Panza
Óleo sobre lienzo (51×32cm) del pintor francés Honoré Daumier, 1868


Nota: Quizá piensen que se podría comenzar con otro título, pero creo que éste es el padre de toda la literatura escrita en Español y por eso merece mención aparte, recuerden que el próximo 23 de abril es el Día de las Letras Españolas o Día del Idioma, como también se le llama en honor a Miguel de Cervantes y Saavedra.
| Share

miércoles, 27 de febrero de 2008

Havana Graffiti (1)


Havana Graffiti, novela escrita por El Yoyo, es el libro que dió inicio a nuestro proyecto El libro itinerante.

El Yoyo (que por el momento prefiere firmar con un seudónimo) es un escritor cubano que vive fuera de Cuba desde hace ya algunos años. Él es el autor del blog Jinetero...¿y qué? donde publica periódicamente sus historias, opiniones y gorriones.

Havana Graffiti aun no se ha publicado por ninguna editorial pero El Yoyo ya está "en negociaciones". Algunos comentarios sobre la novela los puedes encontrar aquí.

En próximos posts comentaremos nuestras impresiones sobre este libro. ¿Qué te pareció a ti cuando lo leíste? ¿Te gustó?

Si quieres comprar el libro antes de que pase por tus manos su itinerario, puedes hacerlo en esta tienda virtual.
| Share

martes, 26 de febrero de 2008

¡A leer!

Tanto a mí como a muchas amigas y amigos míos nos fascina leer.

¿Por qué no crear entonces un club literario para debatir sobre los libros que nos vayamos pasando de mano en mano?

Esa es mi idea con este blog y he comenzado enviando un libro a una amiga que vive en Toledo, España, que a su vez enviará a otros amigos cuando termine de leerlo.

¿Habrá divergencias entre sus opiniones y las mías? ¿Compartiremos gustos e impresiones?

Que hay un libro que no te ha dejado dormir hasta terminarlo... ¡Cuéntanos! Que hay otro donde no pudiste pasar de la primera página... ¡Háznoslo saber! En este espacio podremos comentar todos. ¡Anímate!
| Share